El metaverso es único e irrepetible. No existen «los metaversos». Existen los entornos virtuales dentro del metaverso.
Una primera gran clasificación dentro de los entornos virtuales es: centalizados y descentralizados.
Centralizados
Son todos aquellos entornos virtuales del metaverso cuyo control y propiedad está en poder de una única organización o empresa privada y sus reglas son impuestas por ésta a todos los usuarios.
Esto quiere decir que el poder de decisión sobre dicho entorno virtual recae únicamente en dicha organización y esta puede ejecutar los cambios que quiera, sean o no del agrado de los usuarios.
Por esta razón, el futuro de este tipo de entornos virtuales depende de los intereses de la organización propietaria. Por ejemplo, si un día decide cambiar radicalmente la economía del entorno virtual, afectando a los usuarios que hayan formado negocios en su interior, ningún otro usuario va a poder hacer nada por evitarlo. Además, tendrán que aceptar estas nuevas normas si quieren continuar participando dentro de dicho entorno virtual.
Meta o Microsoft están trabajando en desarrollar su propio entorno virtual que previsiblemente será de carácter centralizado, en los que estas empresas permitirán a los usuarios hacer uso de ellos, pero estas tendrán todo el poder sobre los datos, los usuarios y la toma de las decisiones que marquen el futuro de dichos entornos virtuales.
Descentralizados
Son entornos cuya propiedad y gobernanza reside en las personas que lo usan, es decir, sus usuarios. Sus reglas, funcionalidades y decisiones de futuro se llevan a cabo mediante una forma de organización DAO (Decentralized Autonomous Organization), en la que los usuarios que han invertido dinero en el desarrollo de dicho entorno virtual, bien comprando una parcela o el token NFT propio de dicho entorno, tienen voz y voto mediante la celebración de asambleas periódicas.
Características que debe tener un entorno virtual para formar parte del metaverso
- Interconexión y continuidad: los diferentes entornos virtuales deben poder conectarse entre sí de manera fluida. Esto significa que los usuarios deberían poder moverse de un mundo virtual a otro sin problemas, manteniendo su identidad y propiedades.
- Interoperabilidad: los objetos, avatares y datos deberían ser transferibles entre diferentes entornos virtuales. Esto permitiría a los usuarios llevar consigo sus pertenencias y características personales a través de diferentes partes del metaverso.
- Inmersión: un entorno debe ser inmersivo y visualmente atractivo, permitiendo a los usuarios sentir que realmente están presentes en ese mundo virtual. Son necesarios, por tanto, gráficos realistas, efectos de sonido y otras características que estimulen los sentidos.
- Personalización: los usuarios deben tener la capacidad de personalizar sus avatares, objetos y entornos según sus preferencias y gustos personales. Esto fomenta la expresión individual y la creatividad.
- Interacción social: un entorno en el metaverso debe permitir la interacción social entre usuarios; como ejemplos, chat de voz y texto, y comunicación con gestos.
- Economía virtual: un mundo virtual debe tener su propia economía, donde los usuarios pueden comprar, vender e intercambiar bienes y servicios utilizando una moneda digital.
- Crecimiento y evolución: un espacio en el metaverso debe ser dinámico, tener capacidad para agregar nuevas áreas, características y actualizaciones con el tiempo y así mantener el interés de los usuarios.
- Accesibilidad: el entorno debe ser accesible para una amplia variedad de dispositivos y plataformas, desde PC y consolas hasta dispositivos móviles y dispositivos de realidad virtual.
- Gobernanza: dado que el metaverso aspira a ser una réplica del mundo físico, requiere una estructura de gobernanza (centralizada o descentralizada) para manejar problemas como la seguridad, la privacidad, los derechos de propiedad y otros aspectos legales.