Tokio, Japón, 2015.
20 piezas de sushi. 32.000 yenes (al cambio, 240 euros).
Nigiri (pescado crudo sobre arroz), gunkan (vieira, erizo de mar y huevas de salmón), tamagoyaki (tortilla japonesa) y hosomaki (bonito en alga neri). Jengibre y wasabi. Té verde y sake.
¿De dónde vienen las ideas? Jiro Ono, chef de 90 años, no cree en el talento. Sí en el esfuerzo y sus consecuencias, la insatisfacción permanente, común denominador empresarial, tu visión enfermiza del proyecto.
Shokunin, espíritu del artesano. No se enciende una bombilla, la creatividad es estructura y perseverancia, las 24 horas del día, los 365 días del año.
Hamamatsu, patria y exilio de Jiro, la seguridad mata la mente creativa, un artista debe pasar hambre.
Valores —siempre fascinantes— de la cultura nipona, en la búsqueda de la simplicidad y la excelencia. La perfección en un mundo imperfecto.
¿Cuál es tu excusa hoy?